Grabbers, U.K./Irlanda, comedia/ciencia ficción, 2012
Unos monstruos alienígenas aterrorizan a un pequeño pueblo isleño de Irlanda. El biólogo local descubre que estos seres necesitan estar mojados para sobrevivir y se alimentan de sangre. La mala noticia es que allí no para de llover. La buena: que el alcohol es su veneno, por lo que todos los habitantes del pueblo se reúnen en la taberna a alcoholizarse para poder enfrentarse a las bestias.
La película está plagada de tópicos, pero muy correctos. Para empezar, los personajes: Un policía borracho, una guardia recién llegada, guapa y formal, un viejo pescador que bebe aguardiente de contrabando, un tabernero gordo y bajito, un biólogo friki medio atontado. No menos tópica es la trama, las sucesivas muertes, la actitud del monstruo, etc. Es el tipo de película que aprobaría Roger Corman (salvo, quizás, por el presupuesto).
Lo que marca la diferencia son los detalles. Es inevitable compararla con productos del otro lado del Atlántico, ¡y vaya que se diferencian!. Si allí abundarían los disparos, y harían recuento de todas las pistolas, rifles y municiones que han acumulado en sus casas, aquí juntan en una mesa: pistola de clavos, escopeta lanza-agua, velas, pistola de aire comprimido sin perdigones, y (como corresponde en un pueblo marinero) lanzabengalas. Los sobrevivientes siempre buscan un refugio. Cualquier edificio serviría igual, pero se hacen fuertes allí donde mejor se identifican como comunidad. En Norteamérica suelen atrincherarse en la iglesia o el ayuntamiento. Aquí (como en Zombies Party), lo hacen en la taberna. Y por supuesto la actitud de los personajes. La personalidad isleña es parte fundamental de la comedia, sin mofarse de ella.
Director: Jon Wright
Guionista: Kevin Lehane
Elenco:
Richard Coyle
Ruth Bradley
Russell Tovey
Lalor Roddy
David Pearse
Bronagh Gallagher
